Archivo por meses: marzo 2015

Tensiones iniciales.

El 29 de abril de 1934 El Pueblo Vasco publicaba la siguiente nota:

Falange Española de las J.O.N.S.

                Se nos ruega la publicación de la siguiente nota:

                Se pone en conocimiento de todos los que integran o deseen integrar el movimiento nacional sindicalista de Falange Española de las J.O.N.S. que para evitar mixtificaciones, dispersión de elementos o probables errores, no podrán funcionar dentro de la disciplina de esta organización todos aquellos que no dependan del mando nacional y, a su vez, del provincial, y que para este caso de Vizcaya es en Bilbao, Rodríguez Arias, 8 – La Directiva.”

Del siguiente comunicado se deduce que existían simpatizantes que actuaban por libre o al margen de la organización. En el texto se recalca la cadena de mando, lo que parece sugerir que dichos simpatizantes no reconocían a los mandos provinciales en una organización política recién fundada. Previamente a la fusión de Falange y las JONS, los recelos entre ambas organizaciones quedan reflejados en palabras del líder de las JONS vizcaínas, Felipe Sanz Paracuellos. En las actas del Consejo Nacional de las JONS previa a la fusión, rescatadas recientemente por José Luis Jerez Riesco, se recoge:  “Felipe Sanz, de Bilbao, dice que FE tiene mucho de señoritismo. Las JONS no tienen dinero, pero tienen entusiasmo que vale mucho más; se remite a otras cosas. Vaguedades. Inteligencia con FE, en todo caso, para formar un nuevo frente» (Jerez Riesco, JL: En busca del acta perdida. Los Consejos Nacionales de la Falange presididos por José Antonio”, Barbarroja, Madrid, 2012, pag. 34)

Relaciones con la Derecha.

El triunvirato provincial encargado de dirigir inicialmente la organización en Vizcaya estuvo compuesto por Felipe Sanz Paracuellos, Alberto Cobos Vic y José María Maíz de Zulueta. Sabemos que los dos primeros formaban parte de las JONS, por lo que es de suponer que Maíz representaba a la Falange previa a la fusión. La unidad entre Falange y las JONS aportó al nuevo partido buenas relaciones con los medios derechistas vizcaínos. Un ejemplo de ello es la conferencia impartida por José María Maíz en el Círculo Monárquico de Las Arenas, pocos días después de la fusión en Bilbao.

En el Círculo Monárquico de Las Arenas.

                Una interesante conferencia de don José María Maíz.

                Ante un auditorio numeroso, que llenaba por completo la amplia sala, y en la que se confundían en fraternal camaradería representaciones de las distintas clases sociales, viéndose también un brillante plantel de bellas señoritas, ocupó anoche la tribuna del Círculo Monárquico de Las Arenas, el joven y culto letrado don José María Maíz, quién disertó sobre el tema “Hacia un nuevo Estado”.

                El conferenciante, con gran dominio de la materia, y palabra elegante y fluida trató de un problema de sugerencias tan interesantes y de tal palpitante actualidad como el de la futura estructuración del Estado, a que aludía el enunciado de la conferencia.

                Combatió los viejos postulados de democracia y libertad en que se apoya el régimen parlamentario, que queriendo ser encarnación de una imaginaria soberanía popular, sólo sirve para obstaculizar la labor de gobierno. Atacó también la estructuración del Estado de tipo político, que constituye la razón de ser de los partidos que dividen, disgregan y atomizan las energías de la nación, en lugar de unificarlas y coordinarlas en una dirección fecunda y eficaz. Frente a este concepto disgregador de la Institución estatal propugnó por una estructuración social del Estado, de tipo corporativo y totalitario, que permita la formación de Gobiernos autoritarios, de sentido verdaderamente nacional, que orienten su actuación inspirados únicamente en el bien y en la grandeza de la Patria, libres de la rémora que suponen hoy las oligarquías parlamentarias, sin otra preocupación que servir a sus respectivas clientelas.

                El señor Maíz, que durante el curso de su elocuente disertación, henchida de vibrante patriotismo, escuchó frecuentes aplausos, al final fue premiado con una calurosa ovación , con la que el público que asistió al acto exteriorizó la identificación y complacencia con que había seguido su docta palabra” (El Pueblo Vasco: 13/04/1934)

Vemos que Maíz aborda buena parte de los tópicos del fascismo genérico ante una audiencia monárquica que da frecuentes muestras de apoyo. No hay que olvidar que en Italia convivieron a lo largo del ventenio Monarquía y Fascismo.