El 29 de abril de 1934 El Pueblo Vasco publicaba la siguiente nota:
“Falange Española de las J.O.N.S.
Se nos ruega la publicación de la siguiente nota:
Se pone en conocimiento de todos los que integran o deseen integrar el movimiento nacional sindicalista de Falange Española de las J.O.N.S. que para evitar mixtificaciones, dispersión de elementos o probables errores, no podrán funcionar dentro de la disciplina de esta organización todos aquellos que no dependan del mando nacional y, a su vez, del provincial, y que para este caso de Vizcaya es en Bilbao, Rodríguez Arias, 8 – La Directiva.”
Del siguiente comunicado se deduce que existían simpatizantes que actuaban por libre o al margen de la organización. En el texto se recalca la cadena de mando, lo que parece sugerir que dichos simpatizantes no reconocían a los mandos provinciales en una organización política recién fundada. Previamente a la fusión de Falange y las JONS, los recelos entre ambas organizaciones quedan reflejados en palabras del líder de las JONS vizcaínas, Felipe Sanz Paracuellos. En las actas del Consejo Nacional de las JONS previa a la fusión, rescatadas recientemente por José Luis Jerez Riesco, se recoge: “Felipe Sanz, de Bilbao, dice que FE tiene mucho de señoritismo. Las JONS no tienen dinero, pero tienen entusiasmo que vale mucho más; se remite a otras cosas. Vaguedades. Inteligencia con FE, en todo caso, para formar un nuevo frente» (Jerez Riesco, JL: “En busca del acta perdida. Los Consejos Nacionales de la Falange presididos por José Antonio”, Barbarroja, Madrid, 2012, pag. 34)